Durante la temporada de lluvias o niebla, la visibilidad de los conductores, ya sea en carretera o en ciudad, disminuye considerablemente, convirtiéndose en un factor de riesgo. Una de las soluciones más eficientes para evitar este peligro son los faros de niebla, diseñados para brindar una iluminación especial en condiciones meteorológicas adversas.
Contar con un alumbrado antiniebla adecuado es crucial para garantizar la seguridad tanto del conductor como de los acompañantes durante trayectos largos o cortos. El uso de luces de niebla es altamente recomendable, especialmente en condiciones de baja visibilidad.
Es importante utilizar las luces de niebla únicamente cuando las condiciones de visibilidad lo requieran. El uso excesivo o incorrecto puede deslumbrar a otros conductores, especialmente en carreteras o caminos bien iluminados. Además, es fundamental mantener los faros limpios y libres de obstrucciones como polvo, tierra, hojas secas o lodo, para asegurar un funcionamiento óptimo y una iluminación adecuada.